En el ámbito de la selección de personal, entender la complejidad de las personalidades individuales es fundamental para construir equipos eficientes y cohesionados. Para este fin, una de las herramientas más poderosas es el eneagrama, un sistema de clasificación de personalidades que ha ganado popularidad en el ámbito empresarial por su capacidad para revelar los comportamientos y las dinámicas interpersonales de los individuos.
Desde
Nivelize, te contamos cómo este sistema clasifica y describe los tipos de personalidades, así como su aplicación en la selección de personal, destacando su impacto en el entorno laboral.
Qué es y para qué sirve el eneagrama
El eneagrama es un modelo psicológico que identifica nueve tipos de personalidades básicas, cada una con sus características, motivaciones y patrones de comportamiento únicos. Estos tipos se representan en una figura geométrica de nueve puntos conectados por líneas que muestran las relaciones entre ellos. Desde el líder motivado por el éxito hasta el colaborador orientado al equipo, cada tipo de personalidad ofrece una perspectiva única sobre cómo las personas perciben y responden al mundo que les rodea.
Comprender los diferentes tipos de personalidades y sus puntos ciegos, nos permitirá mejorar nuestras habilidades de comunicación, resolver conflictos de manera más efectiva y cultivar relaciones más saludables y significativas.
Pero, ¿cuántas personalidades podemos encontrarnos?
Los nueve tipos de personalidades
Según el eneagrama existen nueve tipos de personalidades, y cada uno ofrece una ventana única a la psique humana, revelando los complejos matices de la naturaleza humana y proporcionando un marco para el crecimiento personal y profesional.
Además, cada tipo de personalidad en el eneagrama presenta fortalezas y debilidades específicas que influyen en su desempeño laboral.
Tipo 1: Perfeccionista
Se distinguen por su fuerte sentido del deber y la moralidad, motivados por el deseo de hacer las cosas correctamente. Gracias a su atención al detalle y su compromiso con la excelencia, son ideales para roles que requieren precisión, como la auditoría o la gestión de proyectos donde la calidad es esencial.
Sin embargo, su búsqueda constante de la perfección puede llevarlos a ser demasiado críticos consigo mismos y con los demás, lo que podría resultar en una falta de flexibilidad o en una tendencia a procrastinar ante el temor de cometer errores.
Tipo 2: Ayudador
Está orientado a satisfacer las necesidades de los demás, buscando ser amado y apreciado. Temen el rechazo y la falta de aceptación, lo que los impulsa a mantener una actitud servicial constante.
Por ello, en roles de servicio al cliente o gestión de equipos, su empatía y disposición para brindar apoyo pueden ser de gran valor. Aunque, su tendencia a sacrificar sus propias necesidades por el bienestar de los demás podría llevar a la fatiga emocional y el agotamiento si no se establecen límites adecuados.
Tipo 3: Triunfador
Se caracteriza por su impulso hacia el éxito y el reconocimiento. Motivado por la necesidad de destacarse y lograr metas, está orientado hacia resultados y ambiciones. Pero, su constante búsqueda de reconocimiento puede llevarlos a experimentar aprensión ante el fracaso y la mediocridad, pudiendo descuidar el bienestar emocional en aras de la productividad.
Así pues, son excelentes en roles que requieren logros y resultados tangibles, como ventas o liderazgo ejecutivo, donde su ambición y enfoque en el rendimiento pueden impulsar a equipos enteros hacia el éxito.
Tipo 4: Individualista
Está enfocado en la búsqueda de significado y autenticidad. Desea ser único y especial, temiendo ser ordinario y carecer de identidad. Asimismo, la creatividad y la expresión emocional son rasgos distintivos de este tipo.
En el entorno laboral, puede aportar una perspectiva única y una sensibilidad artística en roles creativos o de diseño, donde su capacidad para pensar de manera innovadora y expresarse emocionalmente puede inspirar nuevos enfoques y soluciones. Pero, por otra parte, su propensión a la introspección y el perfeccionismo podría resultar en dificultades para aceptar críticas constructivas o compromisos en equipo.
Tipo 5: Observador
Este tipo se orienta hacia el conocimiento y la comprensión, motivado por el deseo de dominar un área de interés. Siente inquietud ante la incompetencia y la ignorancia, mostrando un comportamiento reservado y analítico.
En roles técnicos o de investigación, su profundo conocimiento y análisis son ideales. Su capacidad para absorber información y resolver problemas complejos es fundamental para el éxito del equipo. Sin embargo, su tendencia a retirarse emocionalmente puede dificultar la colaboración y la comunicación efectiva dentro del equipo.
Tipo 6: Leal
Busca seguridad y estabilidad, temiendo la incertidumbre y la falta de apoyo, lo que lo lleva a mostrar cautela y lealtad a las normas establecidas para evitar riesgos y peligros.
Son leales y eficaces en roles de apoyo o gestión de riesgos, donde su capacidad para anticipar problemas y planificar con cuidado es esencial. No obstante, su tendencia a la ansiedad y la desconfianza puede obstaculizar la toma de decisiones rápida y la adaptación a cambios inesperados.
Tipo 7: Entusiasta
Los individuos del tipo 7 son creativos y entusiastas, impulsados por la búsqueda de la felicidad y la excitación. Su energía y capacidad de pensamiento innovador los convierten en activos valiosos para equipos de marketing o desarrollo de productos, donde se valora la innovación y la originalidad.
Sin embargo, su aversión a la monotonía y la rutina puede dificultar su capacidad para mantener el enfoque en tareas repetitivas o administrativas, y podrían necesitar apoyo para establecer prioridades y mantener la disciplina necesaria para completar proyectos a largo plazo.
Tipo 8: Protector
Se caracteriza por su fuerza y determinación. Al moverse por el deseo de controlar su entorno y proteger a los vulnerables, experimenta inseguridad frente a la posibilidad de ser percibido como débil o vulnerable, lo que se traduce en un comportamiento directo y dominante.
Su liderazgo firme y su capacidad para tomar decisiones audaces son valiosos en entornos laborales que requieren una dirección clara y una resolución rápida de problemas. Sin embargo, su deseo de control puede llevarlos a chocar con otros miembros del equipo y a obstaculizar la colaboración si no se maneja adecuadamente.
Tipo 9: Pacificador
Busca la armonía y la paz, movido por el deseo de evitar conflictos y mantener la calma, sintiendo rechazo por la discordia y la separación, lo que se refleja en una actitud complaciente y adaptable.
El tipo 9 fomenta la armonía y la cooperación en el trabajo en equipo, especialmente en roles de mediación o gestión de conflictos, donde su capacidad para escuchar y comprender diferentes puntos de vista es crucial. Aunque, su aversión al conflicto podría llevarlos a evitar confrontaciones difíciles, lo que podría obstaculizar la resolución efectiva de problemas.
Si bien el eneagrama ofrece una descripción estática de los tipos de personalidades, también sugiere un camino dinámico hacia el desarrollo, el crecimiento y la realización personal. Al identificar nuestro tipo principal y comprender nuestras motivaciones subyacentes, podemos trabajar para superar patrones de comportamiento poco saludables y cultivar cualidades más positivas y equilibradas.
Aplicación del eneagrama en la selección de personal
En consecuencia, en el contexto de la selección de personal, el eneagrama se convierte en un valioso aliado para evaluar no solo las habilidades técnicas de un candidato, sino también su idoneidad para un determinado puerto y ambiente laboral. Al comprender los diferentes tipos de personalidades y cómo interactúan entre sí, los departamentos de Recursos Humanos pueden tomar decisiones más informadas sobre la asignación de roles y la formación de equipos.
Asimismo, al utilizar el eneagrama en el proceso de selección, las organizaciones pueden
construir equipos más equilibrados y eficientes. Combinar individuos con diferentes tipos de personalidades puede ayudar a mitigar los conflictos y maximizar la creatividad y la innovación. Por ejemplo, un equipo compuesto por un líder del tipo 8, un comunicador del tipo 2 y un analista del tipo 5 puede ser excepcionalmente efectivo al aprovechar las fortalezas únicas de cada miembro.
En conclusión, si bien el eneagrama es una herramienta poderosa para comprender las dinámicas de equipo, es crucial complementar esta comprensión para tomar decisiones más informadas en la selección de personal y garantizar equipos verdaderamente globales y diversos. Para ello, es importante evaluar las habilidades lingüísticas de los candidatos, ya que un dominio adecuado de idiomas puede ser fundamental en entornos laborales cada vez más interconectados y multiculturales.
Desde
Nivelize podemos ayudarte a comprobar el nivel de dominio lingüístico en tus procesos de selección para que construyas equipos más sólidos y adaptables, capaces de enfrentar los desafíos.
